Club Hípic Junior

Mari García ybarra

Clases y calidad Ambiente muy familiar

Susana Duro Masdeu

Este año nuestras dos niñas de 5 y 8 años han pasado el casal de verano en la hípica. Hay que decir que lo han pasado tan bien que hemos tenido que apuntarlas más semanas de las que inicialmente teníamos pensado. Ha sido una experiencia que ha reforzado y mejorado notablemente la relación de niñas con caballos y profesores. Asimismo hemos notado claramente cómo les ha aumentado la confianza y destreza con los caballos. Las actividades han sido muy variadas, desde el aprendizaje y relación con los caballos, como otros como piscina, manualidades, juegos de ocio, etc... La relación con los profesores y monitores, así como con el resto de compañeros ha sido perfecto. Estamos muy contentos y agradecidos a todos. Está claro que el próximo año repetiremos y que ahora volveremos con las clases semanales. ¡Formad una gran familia!!!! Muchas gracias!!!!

Evelyn sanchez fenollar

Llevo varios años en el mundo del caballo y he estado en varias hípicas. A día de hoy deje de dar clases (soy técnica titulada) y buscaba una hipica cerca de mi casa que cumpliera con algunas condiciones básicas para mi caballo (ya que en anteriores no contaba con ellas) como poder disponer de paddocks limpios con techo, campo para pastar, alrededores en los que poder pasear, que contarán con herrador, veterinario y dentista pero además con otros profesionales como un fisioterapeuta equino. Sin duda estoy muy contenta con el nuevo hogar de mi caballo, jamás lo había visto tan tranquilo y con tantos amigos. Además si me voy de vacaciones o no dispongo de tiempo para poder ir a sacarlo puedo estar tranquila de que los profesionales que trabajan ahí miran por los animales y te ofrecen sacarlo. A nivel de clases muy variadas y para todas las edades, mi sobrina no tiene queja alguna además esta rodeado de animalitos y se lo pasa siempre pipa. Y un dato importante CUENTAN CON PROTECCION TANTO CASCO COMO CHALECO, algo que me parece fundamental sobretodo para los más pequeños y que en algunas hípicas para que desconozcan la existencia de esas protecciones.. Además esta todo muy bien señalizado con carteles para los más peques y los no tan peques para poder tener todo lo mejor ordenado posible y eso son detalles que marcan la diferencia. Sin duda alguna un lugar bonito, limpio ya que no se ven muchas moscas ni el sitio desprende malos olores aún habiendo estiércol, ya que éste está apartado. Con zona de barbacoa y columpios, un bar en el que poder disfrutar en verano bajo las sombras de la morera y con gente muy agradable. Sin duda, una gran experiencia!

cruz caminal

He pasado un año en esta" hípica" y ha sido una experiencia muy desagradable. De profesión soy veterinario, y no me gusta que me den gato por liebre, que es a lo que se dedican continuamente el propietario David y su novia Ainoa con sus clientes y sus trabajadores. No aceptan ninguna crítica sobre su gestión de la hípica y el bienestar de los animales. No aplican ninguna política de atención al cliente, actuando de forma maleducada, prepotente y poco respetuosa. A los caballos les dan un pienso muy energético ( con lo cual obligan de forma indirecta a los clientes a contratar sus servicios para dar cuerda). El resto de la alimentación es paja ( ¡¡¡ riesgo de cólico!!!), agravado por el hecho de que en verano los caballos beben menos agua de la que les corresponde. También tienen un problema con el agua, los caballos no siempre disponen de ella, ( ¡¡¡ Más riesgo de cólico!!!) El veterinario ya tuvo que sacrificar el caballo de un cliente durante el mes de Julio por cólico, no me gustó que alguno de los mios fuera el siguiente...... A los clientes que solicitan heno se les cobra aparte del pupilaje (90€) e intentan escatimarlo y no ponerlo, la artimaña es decirles a los clientes que lo ponen cuando el cliente no se encuentra en la instalación. Este hecho es muy fácil de comprobar, si los caballos defecan de color verde, estan comiendo suficiente heno, si defecan de color marron no comen heno o comen muy poco. (Lo peor es que se nos toman por tontos). La paja la ponen en unos comederos hechos por ellos mismos con palets de madera, con el consiguiente peligro de lesión para los animales. Para darles el pienso, fabricaron una estructura de cemento dentro de unos cubos de plástico, pero el cemento se desprende a trocitos y los caballos se lo comen con el pienso. Durante las clases a sus alumnos, muestran una actitud poco profesional, muchas alumnas han dejado las clases, ya que, o les gritan a las niñas durante las clases o se la pasan mirando el móvil. Venden caballos con poca edad y poca doma a clientes poco experimentados, con el consiguiente riesgo de accidentes, de esta forma consiguen fidelizar al cliente para que tomen clases con su caballo recien comprado. La entrada de clientes nuevos con su caballo a la hípica es fácil, admiten cualquier caballo aunque superen el número permitido de caballes en su hípica (código REGA), si no caben en su centro asignan el caballo a otra hípica. La salida es más díficil, ya que se muestran reacios a realizar la guia de transporte legal de animales.....me fui un fin de semana de excursión y me dieron un documento que no servía para nada. Cuando me fui David me llamó "basura", otra muestra del poco respeto a sus clientes. Claramente no recomendaría esta "hípica" a nadie. Varias personas nos hemos ido a la W-Ranch, que dispone de instalaciones limpias y ordenadas, dos pistas de doma y dos para dar cuerda, padoks de todos los tamaños y donde los caballos comen un pienso equilibrado, 10 Kg. de heno al dia que entra dentro del pupilaje, en comederos grandes de plástico, sin peligro de lesión. El propietario es una persona que admite sugerencias de mejora y me trata con respeto y educación. Y me siento feliz y liberada, por fin con mis dos caballos bien cuidados.